El túnel es una novela corta escrita por el argentino Ernesto Sábato, Juan Pablo Castel su protagonista nos cuenta detalles de cómo asesino a María Iribarne quien fue su amante, así como los motivos que lo impulsaron a cometer ese crimen. La novela es considerada una joya de la literatura latinoamericana por muchos, incluido Albert Camus quien expresó su admiración por la obra y pidió que fuera traducida al Francés, sin embargo sufrió múltiples censuras a lo largo de la historia; el caso más recordado fue la prohibición que tuvo en España, en épocas donde gobernaba el dictador Franco, un hombre conservador y que la considero cínica e inmoral.
En la obra de Sábato se describe a Castel como un pintor solitario que lleva una vida sombría, un hombre que hace parte de la corriente intelectual de la época y que goza de reputación de persona reflexiva, que vive al límite de la sociedad y que se entrega de lleno a su oficio. El lector desde el principio es conducido al mundo interior del personaje que busca explicar los motivos que lo llevaron a cometer el asesinato de María, que es presentada como una mujer indescifrable que se rehúsa a ser poseída, que no se entrega de lleno a sus relaciones y que arrastra a Juan Pablo a juego peligroso, en el que todos resultaran perdedores.
Juan pablo a pesar de su naturaleza fría y de total desprecio por sus semejantes vive en total dominio de sus emociones y de sus más bajos impulsos, es María el detonante que hacía falta para desatar su violencia natural. Algo que se puede advertir casi desde las primeras líneas de esta novela es la falta de escrúpulos de su personaje, desde el comienzo se muestra a Castel como una persona carente de moral, que se describe a sí mismo como “Incomprendido”, que cuestiona firmemente a las personas y las interpretaciones banales que suelen hacer sobre sus pinturas. Es maría quien aparentemente entiende el sentido de una de sus pinturas, hecho que lo lleva a obsesionarse con ella, pensando que es la única persona en el mundo capaz de comprenderlo. Desde sus primeros encuentros con María se develan detalles aparentemente sin importancia pero que cobran relevancia a medida que se avanza en la lectura; Juan pablo la persigue, la observa con detenimiento, y se vuelve agresivo ante la frustración de no poder conseguir lo que se propone, en paralelo también se muestra la evolución de su mundo onírico, que nos recuerda los postulados de lo surreal, donde el subconsciente es una ficha importante.
Castel narra la historia para un lector imaginario del que espera atención y un poco de piedad, sus reflexiones filosóficas sobre la sociedad y sus acciones solo buscan justificar el crimen, son estas cavilaciones y diálogos consigo mismo los que finalmente darán forma al título del libro: Él no puede comunicar sus emociones a María, así como tampoco puede comprenderla a ella, es esta incapacidad para comunicarse la que lo ha arrinconado durante toda su existencia a vivir en los límites de su propio Túnel. Cito literalmente uno de los párrafos:
“…creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida” (Pagina .97).
Se puede deducir que Castel mira a su destino encarcelado.
La conclusión del libro es la misma del fin de un túnel: con barrotes y no escape. “Su aislamiento es total”. El título de esta novela simboliza la soledad del protagonista. Este vive, en un túnel, cuyos muros de piedra negra poseen "extrañas ventanas" de vidrio, por donde se asoma a la realidad casi sin ser visto, Según su confesión, solo una vez en la vida una persona (María Iribarne) se asomó a una de la ventanas a observar que había dentro, pudiendo ser por verdadero interés, casualidad o simple curiosidad.
El túnel es una historia marcada por la autorreflexibidad que bebe de las aguas de la novela policiaca, la novela psicológica y el existencialismo propio de la época en que se escribió, me atrevería a decir que recoge ciertos detalles de la corriente filosófica del absurdísmo. Una digna representación de la naturaleza humana caótica, esquizofrénica y posesiva en la que convergen también la vanidad, el miedo, la culpa, el amor, la soledad y el ego propio de los artistas. La interpretación que se le pueda dar a la obra queda a criterio del lector.
0 Comentarios